Más que hacer un viaje de ida y vuelta, ¡Oh Vida! crea una nueva esfera al revelar un terreno emocional ferviente a través de los códigos compartidos del jazz, el son y el flamenco. ¡Oh vida! no pretendía presentar la música de Moré y Caracol como entidades separadas. Como director musical y arreglista del proyecto, Rubalcaba pasó casi dos años investigando, reflexionando y diseñando un programa que entrelazara canciones asociadas con Moré y Caracol, dos artistas sumamente carismáticos que redefinieron sus respectivas formas de arte.